Orrialdeak

martes, 3 de noviembre de 2015

Briconsejo

Hola amigos, hoy voy a explicaros como fastidiar la mejor sesión de olas de tu vida en 10 sencillos pasos. Será importante que las condiciones de la mar tengan fundamento: unos 3,5m con 15-17s de periodo. Es importante que la pleamar sea muy alta, en este caso 2.2m por encima del nivel medio. De no ser así, no tendría huevos de entran en Pikua, ola situada en el Peine del Viento, el fondo rocoso que rompa con  una forma de la hostia.

Pikua con marea baja.

Bien, ya tenemos olas grandes y las rocas no molestan, el muro derecho y el espigón que sobresale no se pueden mover de ahí aunque un vasco se ponga cabezón. Las olas tienen la forma perfecta y sólo hay dos preocupaciones: ¿Nuestra piragua aguantará? ¿Aguantaremos nosotros dentro de ella? Un overthruster (una plancha, en este caso de plástico, colocada en el borde delantero de la bañera/agujero de la piragua) no viene mal para evitar que el cubrebañeras (la falda que usamos para tapar la bañera) se nos salte.

El overthruster es lo que está pegado con cinta americana.

Las olas impresionan y las más grandes revientan todo de golpe, esas las dejamos para otro (¿día?, mejor no coger nunca de esas…). Las no tan-tan-tan grandes no tienen una línea difícil. Al principio hay que hacer un escape hacia la izquierda bastante abierto, eso sí, cualquier error pueden llevarte contra la pared o espigón nombrados antes (en la foto le he llamado la "Zona 1"). Una vez en la altura del espigón toda la ola se convierte en espuma y va perdiendo fuerza gradualmente hasta romper del todo en la playa (en la foto, "Zona 2"). La sensación de navegar algo tan grande y noble era genial, sobre todo la parte del escape, que resultaba más intensa. En la segunda, la espuma arrastraba a uno hasta que conseguía huir a través de algún hueco o volcándose.

Pikua visto desde arriba.

Al grano. Uno se relaja después de superar el espigón y sabe que no golpeará ninguna piedra (en esa ola por lo menos). Es el lugar idóneo para probar trucos practicados en olas más pequeñas, pero en espumas mayores. El blunt (pasar de ir de cara en la espuma a estar de espaldas, realizando un giro cerrado ayudado por la ola) es el más común. Vamos con los pasos del briconsejo:

1-Escoge una ola bien grande, y aguanta hasta llegar a la zona sin peligro de golpear rocas.

Aitor Goikoetxea llegando a la altura del espigón, un día que estaba grande.

2-Ahí, cuando se ha convertido todo en espuma empieza a realizar trucos, puede ser el blunt, o cualquier otro que no tengas seguridad de hacerlo bien en semejante espuma y permita que pierdas el control.

3-Bien, has perdido el control. La ola tiene el control y te dará vueltas hasta quitarte los chandeles (perfiles delantero y trasero de la piragua, que refuerzan la estructura). Siempre ayuda que en otra sesión de hacer el cabra, alguna ola te haya quitado los chandeles de serie y los que lleves en la piragua sean unos que has hecho tú con poco arte y no los hayas fijado al barco.

Chandel delantero de la piragua.


4-Ahora toca tomar las decisiones adecuadas. La ola acaba de dejarte escapar pero estás en mitad de la zona donde revientan las olas y para poder estar en agua “calmada” tu única opción es salir a mar abierta.

5-Tras remontar las olas, se te ocurre que lo mejor es recolocar los chandeles y seguir cogiendo olas hasta que baje la marea.

6-Sueltas el cubrebañeras y colocas el delantero, ttaaaak! Vas a por el trasero, pero no llegas con la mano…

7-IMPORTANTE. Este es el paso más crucial de todo el proceso. Ante la imposibilidad de colocar el trasero, intentas deformar la parte trasera de tu kayak para afirmar que es duro y no necesita ser reforzado con el dichoso chandel.

8-Coges una ola pequeña para verificar lo absurdo que era insistir en reforzar la popa de la piragua. Te das cuenta de que evidentemente era absurda la idea colocarlo, y además observas que tu piragua es indestructible (en una ola pequeña se hacen grandes descubrimientos sobre dureza).

9-Viene la mayor ola del día que consideras navegable y la coges. Fuera de bromas, no sé si alguna vez he cogido algo así, pero veía clara la línea y no cerraba contra la pared demasiado (que empezara a romperse como 20-30m del muro ayudaba).

10-Aquí no me acuerdo muy bien de lo que paso. No sé si la espuma me engullo por el tamaño o porque intenté hacer el dichoso blunt. El caso es que lo hizo.

Yasta, has dado los diez pasos y ahora la espuma se ocupará de que des vueltas y vueltas. Debido a la sacudida solté la pala para evitar males mayores en los hombros. Seguí dando vueltas, intentando agarrar el agua de abajo (o sea, la no ola) para frenar y salirme. Al final por esfuerzo o azar salí, pero con una cantidad de agua dentro del barco que antes no había. El origen estaba en una raja “delaualau” (de lado a lado) en la popa de la piragua. Una vez encontrado la pala tocaba salirse antes de que la piragua se llenara de agua. Unos corcheros me ayudaron en el último tramo, cuando apenas flotaba una pequeña parte de la proa.


Estado en que acabó el chandel trasero.


La raja por la que entra el agua y eso...

Pues esto es todo. Ya sabéis cómo joder la sesión de olas, y de paso una piragua también. Fácil, sencillo y para toda la familia. Se aceptan sugerencias de cómo arreglar la raja (por debajo de la piragua sigue un poco...). Yo la verdad no sé ni por dónde empezar.

¡Hasta la próxima!


2 comentarios:

  1. Facil sencillo y para toda la familia 😂😂 que crack! Post ona, segi gogor!

    ResponderEliminar
  2. Facil sencillo y para toda la familia 😂😂 que crack! Post ona, segi gogor!

    ResponderEliminar